Los sistemas de información meteorológica para carreteras (RWIS) comprenden una serie de tecnologías e instrumentos de medición especialmente desarrollados para vigilar las condiciones meteorológicas del tráfico por carretera. Estos sistemas son de gran importancia para que los operadores de carreteras y las organizaciones de mantenimiento de carreteras tomen las medidas oportunas para garantizar la seguridad de las carreteras en función de las condiciones meteorológicas.
Los sistemas de información meteorológica vial proporcionan datos en tiempo real sobre la situación meteorológica a lo largo de la infraestructura viaria. Las variables medidas registradas incluyen
- Precipitaciones: detección de lluvia, nieve y otros tipos de precipitaciones.
- Temperatura: medición de la temperatura del aire.
- Humedad: Monitorización de la humedad del aire.
- Velocidad del viento: Medición de la velocidad y dirección del viento.
- Estaciones meteorológicas compactas con sensores combinados
- Mástiles de medición y estaciones de medición individuales
Estos datos se recogen, combinan y analizan continuamente para proporcionar información precisa sobre el estado actual de las carreteras. Esto permite a los operadores de carreteras planificar y aplicar medidas preventivas, como la aplicación a tiempo de sal u otros agentes descongelantes en caso de nevadas.
Los datos ambientales determinados en el marco de los sistemas de control del tráfico en autopistas y autovías representan variables de entrada para las sugerencias de conmutación en función de la situación. Los avisos dinámicos y los límites de velocidad se utilizan para advertir a los usuarios de la carretera de condiciones ambientales potencialmente peligrosas (por ejemplo, episodios de precipitaciones, visibilidad limitada, pero también volúmenes de tráfico, etc.).
Importancia para los operadores de carreteras: Gracias al registro preciso de los parámetros meteorológicos, las empresas de mantenimiento de carreteras pueden reaccionar en una fase temprana ante condiciones peligrosas como la formación de hielo negro o fuertes nevadas. Esto contribuye a reducir los accidentes y aumentar la seguridad vial. Además, la integración de los sistemas de información meteorológica de las carreteras permite un uso eficiente de los recursos y ayuda a optimizar los desplazamientos de los servicios de mantenimiento. Estas medidas minimizan los riesgos potenciales para los usuarios de las carreteras y contribuyen al mantenimiento a largo plazo de la infraestructura viaria.